CAPÍTULO OCHENTA: EL PROBLEMA DEL PROBLEMA
Maria Eugenia miraba los ojos de Yahir, parecía bastante preocupado deseaba hacer algo pero no sabía qué hacer para ayudar.
-Siempre es lo mismo….¿Qué se cree? Prefiere cargar con todo el solo y que su equipo descanse ¿No?. A veces me hace sentir inutil como ahora me siento- Decía Yahir.
Maria Eugenia lo escuchaba hasta que Yahir detuvo sus pasos frente a una máquina expendedora.
-Parece que hasta tú lo notas ¿No?- Triste le preguntó a Maria Eugenia.
-¿¡He?! No entiend-
-Si, hasta tu sabes que él es mejor que yo ¿No? Él sabe que hacer en una situación como esta mientras que yo…..ni siquiera se dirigir a mi equipo. Pero a pesar de saberlo me odio más a mi mismo por no odiar a Rodrigo, es lo que normalmente una persona haría ¿No?
-No, de hecho no es algo normal. El no poder odiar a alguien es un acto de un corazón bondadoso, donde existe el odio ese corazón se contamina de malos sentimientos. Y aunque no nos hayas tratado muy bien los prime