Aidan se mantuvo en silencio por un momento hasta que se dignó a hablar— está bien Mariana voy a confiar la tranquilidad de tu hermana en ti, pero no hagas problemas porque te alejaré de ella, no hay nada más importante que su tranquilidad y el nacimiento sin complicaciones de mi hijo - Aidan no tenía ni una pizca de amor al expresar aquellas palabras, dejando en claro a Mariana que ella se había equivocado al pensar que incluso sería más importante que el mocoso que su hermana llevaba en su interior, aquello no era así.
— Por supuesto que si Aidan, además de ese niño, depende nuestra felicidad, nuestro matrimonio, lo cuidaré mejor que mi hermana - Mariana seguía sonriendo con timidez.
— Muy bien - Aidan no dijo más nada, pero no entendía la razón por que la si corazón se resistía al pensar en un matrimonio con Mariana - Ve a prepararte, iré a buscarte al salir de la Empresa, ahora tengo muchos asuntos aún, que resolver.
Mariana se veía tan dulce, pero por dentro era una víbora que te