32-MI AMOR.
–¡Ay si, que rico siii! Dame duro, dame más ¡Más! Que rico Andrés.
–Coge perra, eres una perra Helen, dime que soy tu macho, ¡dímelo!
–Eres mi macho, el que me da duro como a mi me gusta.
–¡Ah, ah, siii que ricooo!
Se vino Andrés dentro de Hanna, le gustaba que ella gritara, que le pidiera más y él simplemente se drogaba y se hacía la idea que se acostaba con Helen, incluso, no solo lo pensaba sino que se lo decía y ella...pues ella se lo aceptaba con tal de tenerlo contento, así de retorcidas andaban las cosas entre ellos.
–Llevabas años sin consumir y en cuestión de unos meses has retrocedido todo lo avanzado –le dijo Hanna que estaba desnuda en la cama de Andrés viendo lo que él estaba haciendo.
–No te metas –le respondio alterado.
Hanna le levantó de la cama y se le acercó –entiende que esto nos perjudica a los dos, para colmos el jefe no está nada contento con lo que hiciste en el puerto con la mercancía y si ahora le sumamos la droga...
–¡Cállate! –le gritó Andrés con lo