Mundo de ficçãoIniciar sessãoCon a penas 20 años ya era la Alfa de mi manada, pero nunca fui la primera opción para el puesto. Mi hermano dos años mayor a mi iba a ser condecorado como Alfa y estaba realmente feliz por el, yo sería su mano derecha, sin embargo, algo salio mal en su condecoración. La manda del Norte junto con mi madre nos atacaron aniquilando a más de la mitad de la manada entre ellos a mi hermano, la guerra habia comenzado y no descansaria hasta vengar la muerte de mi hermano y acabar con la vida de la mujer que nos traiciono de la peor forma. — No te preocupes mamá.—Digo.— Pronto nos veremos y esta vez una de las dos no saldra con vida.
Ler maisAlondra se negaba a creer que él estuviera vivo, porque asumir que había estado allí era reconocer que había sobrevivido en esa operación, su corazón latía aceleradamente, no quería crearse falsas expectativas ¿Pero si fue así porque no regresó con ellos?, sus niños coincidían en que su padre había estado allí y esas sensaciones que sintió, al principio pensó que eran un sueño, pero ahora no estaba tan segura, todo pareció tan real.
Enseguida reaccionó y empezó a mirar a todos lados, buscando para ver si había algo que le indicara que Felipe estuvo allí. Caminó hacia la tumbona donde había estado recostada minutos antes, mientras lo hacía, sentía la fina arena que se adhería a sus pies. Revisó los alrededores y no encontró nada. Un poco angustiada por conocer si había sido real, miró a todos lados, solo vio a sus pequeños jugando. De inmediato, estiró la parte superior de su traje de baño y observó sus pechos. Se dio cuenta de los rosetones que tenía en sus senos, lo que indicaba que Felipe estuvo allí besándola y dándole placer, pero no entendía ¿Por qué no le había dado la cara? ¿Por qué ese hermetismo? ¿Por qué no se había revelado directamente?, múltiples preguntas se agolpaban en su mente, tratando de darle una explicación lógica a lo que estaba sucediendo, y aunque por ahora no las tenía, estaba dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias para descubrirlo.
No pudo evitar la emoción que desbordaba su pecho, con manos temblorosas tomó su celular y marcó al número de Manolo, él se había ido a vivir a Portugal, después de la última batida que hizo Felipe y aunque lograron abatir a los principales exponentes de la mafia, esas organizaciones criminales siempre terminaban volviéndose a reorganizarse y surgían con más fuerza.
Manolo aún seguía pendiente de ellos, los llamaba y visitaba regularmente. Le atendió al segundo repique —Aló Manolo, preciso conversar contigo— y expresó con un tono de ansiedad.
— ¿Les pasó algo a mis niños? —Interrogó con preocupación.
—No, tranquilo, estamos bien. Pero necesito hablar de algo que ha ocurrido y tú tienes que ayudarme a llegar a la verdad.
—Sabes mi niña que siempre estaré para ayudarlos ¿Qué necesitas?
—Manolo, respóndeme algo ¿Cuáles son las probabilidades de que Felipe haya salido con vida de las detonaciones que acabaron con los miembros de las dos principales mafias de Europa?
El hombre se quedó pensativo unos momentos, hasta tal punto que Alondra pensó que la comunicación se había cortado —Manolo, ¿Estás allí? ¿Por qué no respondes? ¿Cuál es tu opinión? —Le interrogó en tono firme.
Manolo dio un gran suspiro —Salir vivo de allí, sería una gran hazaña, pero si alguien podía ser capaz de lograrlo, ese era Felipe, aunque al momento del suceso no estaba en su mejor condición física, además su estado de ánimo tampoco era el adecuado, él se presentó allí porque quería morir, pensando que te habías casado con Cristiano.
—Si lo sé, debí escucharlo y no mentirle que me había enamorado de Cristiano, aunque me enamoré fue de las cartas que creí que me escribía, porque la realidad es que solo una vez me he enamorado y es del señor Tercelo—confesó con una sonrisa.
—Alondra, ¿Quién es Tercelo? —La interrogó Manolo desconcertado.
—Tu amigo, hijo, como quieras identificarlo, le digo tercelo por la unión de sus dos grandes cualidades de Felipe—pronunció con sarcasmo—terco y celoso.
El hombre no pudo evitar que una sonrisa surgiera en su boca—es cierto que esas eran dos de sus características más resaltantes—pronunció con nostalgia—Pero Alondra, ¿Por qué me estás haciendo todas esas preguntas? Cuando ya han pasado más de seis meses de lo que pasó.
—Porque existen muchas posibilidades de que Felipe esté vivo, estábamos en la playa y los niños aseguran haberlo visto—manifestó Alondra.
—Eso no es posible Alondra, debe haber un error, es casi imposible que Felipe haya podido salir vivo de allí—afirmó Manolo.
—Vas a decir que estoy loca por creer en unos párvulos, pero tus nietecitos putativos me confesaron hace un momento que su padre estuvo aquí en la playa—Y así le contó cada palabra y gesto que sus niños habían comentado—Y eso no es todo, yo estaba dormida y lo sentí acercarse y besarme, pensé que era un sueño, pero hay elementos que me hacen pensar que todo fue una realidad.
—Alondra, tal vez los niños soñaron, y tú te imaginaste todo, eso no puede ser posible, además en un caso hipotético que Felipe estuviera vivo, tendría heridas, algunas cicatrices, porque aunque han pasado meses, la gravedad de lo sufrido no da tiempo a que pueda estar completamente recuperado.
—Debes ayudarme Manolo, lo primero es saber ¿Dónde se encuentra registrado el certificado de defunción? ¿Dónde lo enterraron las autoridades? Necesito conocer todo.
—Alondra, eso puede ser peligroso, si los miembros de la mafia descubren algún vínculo entre ustedes y Pir Roldán o lo que es peor, si sospechan que está vivo, pueden accionar en contra de ustedes para atraerlo a él. Aunque no creo que él esté vivo porque de haberlo estado se hubiese comunicado conmigo.
—Manolo, no sé porque no se ha comunicado contigo, pero después de lo que ha pasado hace un momento, las esperanzas han renacido en mí, de que el hombre a quien amo está con vida en algún lugar, más cerca de lo que imagino. ¿Quiero saber si cuento con tu apoyo para descubrirlo? Sé que ya no estás en el cuerpo policial, pero aún tienes contacto. Y yo estoy dispuesta a llegar a donde las investigaciones me lleven, así que decidí porque pienso hacerlo con tu ayuda o sin ella—manifestó con firmeza, mientras Manolo se quedaba pensativo sin estar seguro que responder.
“Una mujer fuerte es una mujer decidida a hacer algo que otros están decididos a que no se haga.” Marge Piercy.
P.O.V Alexa Caminaba a paso calmado hacia el techo de la mansión, sentía que ella estaba oculta en ese lugar, mientras avanzaba varios guerreros de la manada del Norte se lanzaban para atacarme pero eran sencillamente neutralizados, algun simplemente era inteligentes y no se involucraban pero otro eran lo suficientemente idiotas como para creer que tendrian alguna oportunidad contra mí, dentro de la propia mansión habia fuego pero eso no era impedimento para mi. — Mami, sal a jugar conmigo.— Hablo en voz alta mientras me acercaba cada vez más a la terraza. Al llegar la puerta estaba bloqueada desde el otro lado, ingresar por este lado iba a ser imposile, observe a travez de la ventana y pude ver las enrredaderas por el exterior, rompo la ventana y observo las enredaderas, extiendo mi mano para tocarlas. — Crecimiento de primavera.— Susurro y poco a poco la enrredadera va creciendo firme hasta llegar al tope de la pared. Subo con cuidado hasta llegar a la terraza, me topo mi madr
P.O.V Alexa— ¿Estoy muerta?.—Le pregunto.— No.—Responde con simplesa.— ¿Entonces estoy viva?.—Pregunto confundida.— Mucho menos.—Responde.— ¿Entonces que estoy?.—Pregunto inquieta.— Eso lo decides tu.—Me dice y me mira.— Debes tener hambre.—Dice y del arbol hace brotar manzanas rojas.— Eres un Hada.—La miro con asombro.— Llegaste a mi porque te permiti llegar.—Me dice y siento como mi cuerpo se paraliza.— Nadie puede llegar a mi sin que yo se lo permita.— Me mira y me ofrece la manzana.— Quieres respuestas y yo te las dare.— ¿Qué se supone que soy?.—Pregunto directamente.— ¿Por qué soy la unica que puede hablar con las Hadas?.— Cada cien años le otrogo la bendición a aquel que traera paz a las naciones.—Dice mirando al lago.— Al comienzo de los tiempos las cuatro naciones: Norte, Sur, Este y Oeste eran unidas, y mi protegido era el encargado de otrogar el equilibrio de la paz.— Era el puente de las naciones.—Murmuro y ella afirma con su cabeza.— Pero nuestro poder es destru
P.O.V Alexa Lo ultimo que recuerdo fue haber estado hablando con las Hadas en el invernadero cuando una fuerte explosión se escucho, los vidrios vibraron fuerte, sali a ver que sucedia y me di cuenta que estabamos bajo ataque, intente poner a las hadas en un lugar seguro pero me atacaron por la espalda, me defendí pero otra explosión causo que mis oidos zumbaran horriblemente, todo era fuego y cenizas, lo ultimo que recuerdo fue haber recibido un fuerte golpe por mi espalda y al idiota de Hugo inyectandome algo en el cuello lo que provoco que todo a mi alrededor se volviera negro, no se cuanto tiempo a pasado pero siento mi cuerpo pesado, abri los ojos y me percate que estaba en una especie de prisión, el lugar era tetrico y apestaba a humedad, podia oir el goteo de alguna tuberia dañada y el moho en las paredes, la luz era tenue y casi no se podia ver nada al rededor, intente hacer el enlace mental pero no podia comunicarme con nadie, tampoco podia romper las cadenas, era como si —
P.O.V Liam — Alfa Liam.— Me llama un guerrero.— La prisionera solicita hablar con usted, — Ire en un momento.—Le informo. Los prisioneros habian despertado y Erika solicito hablar conmigo, no entendia que era lo que queria hablar conmigo pero iria a verla para matar la curiosidad, me levante de mi asiento y sali de la oficina. En compañia del guerrero fui hasta las mazmorras donde estaban encarcelados y custodiados, al llegar fui directamente a la celda donde se encontraba ella. — ¿Qué es lo que quieres?.—Le pregunto viendola en el suelo. — Alexa no es lo que piensas que es—Me dice mirandome con arrogancia.— Ella es peligrosa, muy peligrosa — ¿Qué se supone que deberia de saber de ella?.—Le pregunto mientras me recuesto en la pared del frente. — Alguien que habla con las Hadas del paramo no es de fiar.—Susurra sutilmente. — ¿Qué quieres decir?.—Le miro con el ceño fruncido. — ¡Oh! ¿No te lo sabes?.—Me pregunta con gracia mientras se rie.— Niño bonito pero no listo, es una las
P.O.V Alexa Habia recibido la notificación de Liam y juro por la Diosa Luna que lo unico que me apetecia en estos momentos era arrancarle la cabeza a mi madre y no descansaria hasta hacerlo, le enseño la notificación a Maximiliano y este me mira como si supiera exactamente lo que quiero hacer. — Podras hacerlo siempre y cuando ella no haya sido adoptada por otra manada.— Me recuerda la Ley. — Necesito acabar con ella.— Le digo carente de emoción alguna. — Todos queremos eso, pero hasta el dia del jucio no podremos hacerlo.— Me recuerda. — ¿Cuando sera eso?.— Le pregunto. — Liam tiene que preparar todo para el jucio.— Responde.— La manada que envia la notificación es la misma que tiene que preparar el jucio y los lideres de cada manada tiene que estar presentes.— Me mira.— Tiempo y paciencia. — Tiempo tengo, paciencia no.— Le miro. — Tendras que tratar.— Dice.— No puedes hacer nada hasta entonces. — Que fastidio.— Me quejo. — Fastidio o no es lo que toca hacer.— Me lanza un
P.O.V Liam Habia pasado una semana desde que regrese a la manada y las cosas estaban algo agitadas, y todo gracias a la amenaza que recibimos por parte del Alfa de la manada de Norte y Erika, lo que me llevo a la conclusión de que estos dos estaban confabulados en todo lo que hacia Erika y a raiz de esto Ema y Sebastian habian comenzando a recibir sus lecciones de denfesa personal, tacticas de combate y lucha con transformación. Mientras ellos se encontraban en sus clases Marco y yo nos encargabamos del papeleo y las gestiones para proteger a los indefensos de un posible ataque, teniamos una fortaleza realmente potente pero eso no era motivo para que bajara la guardia o me confiar, como decia mi padre siempre seguridad mato confianza. — Liam, esta todo listo.—Dice Marco entrando a la oficina.— El bunque subterraneo para los civiles esta listo. — ¿Y los carros para movilizarlos?.—Pregunto. — Tambien.—Responde inmediatamente.— Todo esta listo y la guardia medica de los hospitales es
Último capítulo