—¿Y si te gusta por qué no la conquistas? —cuestionó Julieta.
Los hermanos comenzaron a reír como si se contaran grandes secretos. A Lía le recordó cuando ella tenía cotilleos con su madre y Amanda. Supuso que era normal, que pasaba en toda familia y Oliver por más serio que pareciera, tenía el mismo nivel de intimidad con su hermana.
—¿Cómo podría en mi situación? —soltó él con cierto tono apagado—. Lía me está ayudando. Sabes lo que me incomoda estar así, yo no estoy acostumbrado.
—Con más razón deberías quedarte con ella, ¿te imaginas que otro chico te la quite? Te vas a arrepentir y yo deberé soportar todas tus lamentaciones.
—Lía no sale de aquí, ¿cómo podría conocerse con otro chico?
—Pues puede darle r