Entonces tocaron a la puerta. Oliver estaba a medio vestir, usando un pantalón gris de tela lisa y aún no se colocaba la camisa porque no se decidía si usar una chaqueta azul rey o una azul cobalto para su traje; a Lía le parecía que eran casi del mismo color, pero él decía que había una gran diferencia.
Oliver fue abrir porque Lía se encontraba en el cuarto en ropa interior (sorprendentemente se habían estado cambiando juntos en el cuarto).
Creyó que se iba a encontrar con Maura, pero no, era Amanda y su esposo Antonio. No los esperaban, así que se sintió confundido en gran manera.
Y por si fuera el colmo, Elías se asomó detrás de Antonio.
—Huy, ¿llegamos en mal momento? —preguntó el esposo de Amanda.
La mujer entró como perro por su casa, y en el acto, se comió con la mirada a Oliver.
&mdas