Mundo ficciónIniciar sesiónBryn me dio un codazo. Comparada con las demás mujeres del lugar, yo podía pasar por una monja.
—¿Vas a decir “te lo dije”? —le lancé una mirada mientras me quitaba la chaqueta, dejando al descubierto mis brazos, mis hombros y, sinceramente, demasiado más.
—No creo que haga falta.
—¿No se te va a salir algo de ahí? —Miles soltó una carcajada.
—Cállate o te haré esperar en el auto.
Mason se adelantó, me rodeó los hombros con un brazo y me dio un beso en la mejilla.
—Te ves fabulosa. Ignóralos. Ve y conquista.
Le apreté la mano, pero fruncí la nariz al llegar al segundo piso. Mason también percibió el olor al mismo tiempo y frunció el ceño. Ambos levantamos la vista hacia el techo. No menos de seis espectros flotaban entrando y saliendo del andamiaje so







