—No puedes hablar en serio —le arrebaté el corsé de las manos a Bryn. El terciopelo se deslizó tentadoramente entre mis dedos, pero me estremecí ante la idea de usarlo en público.
—Hora de la verdad brutal —dijo, caminando hacia mi armario y empezando a revolver entre la ropa—. No tienes nada que funcione. Solo finge que es Halloween.
—Sí, eso me hace sentir mucho mejor —respondí, volviéndome hacia el espejo y sosteniendo el corsé contra mi cuerpo—. Y quién sabe qué estaré usando ese día.
Bryn cerró la puerta del armario, bloqueando toda vía de escape fashionista.
—Como depende de Naomi, probablemente algo con mangas abullonadas.
—Uf. No puedo pensar en la unión ahora —le devolví el corsé.
—Al menos esta noche te verás increíble —dijo—. Quítate esa camisa para que pueda ayudarte a ponerte esto.
La observé de arriba abajo. Lucía impactante con su vestido negro de satén ajustado y botas de combate con hebillas de bronce.
—¿Estás segura de esto? —suspiré.
Asintió con un entusiasmo un poc