El postre llegó—mousse de chocolate con frambuesas frescas que Luciana no probó.
No podía comer. No podía pensar en nada excepto la amenaza que Stefan había susurrado contra su oído.
Cada palabra permanecía en su mente.
Stefan conversaba con Hiroshi Tanaka sobre proyecciones de inversión como si nada hubiera pasado. Como si no acabara de amenazar con destruir la vida de Ethan por el crimen de recibir un mensaje de texto.
Luciana lo observaba de reojo, viendo la máscara perfecta en su lugar—sonrisa encantadora, gestos elegantes, palabras medidas.
¿Quién era realmente este hombre?
¿El que había dicho que quería cambiar su estrategia, que quería ganarla de verdad?
¿O el que acababa de demostrar exactamente cuánto poder tenía y cuán dispuesto estaba a usarlo?
Estaban a mitad del postre cuando un hombre se acercó con tableta en mano y expresión de tiburón que olía sangre en el agua.
—Señor Vanderbilt, señorita Sterling. —Se inclinó ligeramente con falsa cortesía—. Jake Morrison, Elite Manh