~ANNELISE~
—Claramente yo soy la tía más divertida —declaré solemnemente, agitando un sonajero colorido frente al rostrito curioso de Matteo—. ¡Mira cómo me sonríe!
—Por favor —replicó Bianca con una risa, inclinándose sobre la cuna portátil que habíamos instalado en la sala de estar—. Me estaba sonriendo a mí hasta que llegaste aquí con ese sonajero ruidoso y lo asustaste.
Matteo, completamente ajeno a nuestra "competencia", observaba fascinado el móvil que Christian había colgado sobre su cuna, sus manitas pequeñas moviéndose en dirección a las figuras coloridas que danzaban suavemente con la brisa que entraba por la ventana.
—Las dos son ridículas —rió Zoey, claramente divirtiéndose con nuestra disputa—. Tiene dos meses de vida. Lo único que realmente lo impresiona es cuando alguien aparece con un pañal limpio.
—Detalles —respondí, haciendo una mueca tonta para Matteo que lo hizo soltar un pequeño sonido que pudo haber sido una risa o solo gases—. ¿Viste? Definitivamente prefie