Día dos. 1:00 PM.
Valeria había pasado la mañana sumergida en el oscuro y caótico entorno de la Red Cronos, el analizador de Marcus Thorne, un programa brutalmente eficiente, estaba a medio camino de desmantelar el entramado de entradas criptográficas que blindaban las operaciones de Blake, cada línea de código que revelaba una identidad ofuscada era una gota de lodo en su conciencia.
La tensión del Test de Lealtad había dejado su cuerpo en un estado de hiper-alerta constante, había convencido a Leonardo de la amenaza de la "Quantum Hash Injection (QHI)" y había instalado el "Protocolo Ghost-Net" (su puerta trasera) bajo la excusa de la contramedida, había ganado tiempo y acceso, pero el precio era la creencia absoluta de Leonardo en su lealtad, lo que, paradójicamente, la ponía en mayor peligro, ahora no era solo su asistente, era su arma preferida contra amenazas invisibles.
Su corazón, que desde la invasión del ático había estado bajo un control férreo, se sentía pesado, como un ór