Capítulo 41
—¿Quieres quedarte quieta?—protesto Gil soltando el cuerpo de Ellie sobre la cama. Ella se había quedado dormida en el auto, por supuesto, nadie había dicho nada mientras salían, pero la vergüenza y la rabia le habían hecho arder las mejillas a Gil, esa mujer lograba sacarlo que quicio.

Ellie no dijo nada, seguía riéndose, pero era el alcohol quien la obligaba a sentirse entre las nubes, en medio de un sueño.

Gil quiso alejarse de ella, si bien no tenía la apariencia de una vagabunda que se había quedado a media calle insultando a los demás, odiaba verla así, tan risueña e inexplicablemente molesta. Ya estaba arrepintiéndose de su decisión, pero no quedaba de otra.

Las piernas de Ellie de pronto lo aprisionaron para impedirle que se fuera y cuando él se volvió hacia ella para replicar su audacia, ella se aferró un poco más. Estando ebria se decía a sí misma que era un sueño, uno donde podía controlar todo lo que pasara a su antojo y lo que en ese momento deseaba era a ese atractivo
M.T

No olviden agregar mi nueva novela a sus bibliotecas."Seduciendo al esposo libertino"

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