Al abrir los ojos, Ellie se alejó lentamente de Gil, sus mejillas estaba enrojecidas y su corazón latía enloquecido.
—¿Por qué hiciste eso?—musito tratando de recuperar el aliento.
—Ya te pagué, solo has lo que te digo—le susurro Gil al oído mientras fingía una sonrisa y bajaba lentamente las manos de su cintura, trazando su figura y llegando a sus glúteos para darle una ligera nalgada mientras él sostenía una sonrisa.
—¡Ah!—dijo Ellie en cierto modo decepcionada, esbozo una sonrisa fingida y subió sus manos hacia su cuello entendiendo su mensaje, alguien ahí los observaba y con alguien supo que se trataba de una mujer, pero... ¿Quién?
Ellie comenzó a juguetear con su cuello, primero un dedo que subía y bajaba lentamente por su piel, le sorprendió que aquella caricia provocara que se erizara, pero enseguida supuso que tan solo debia ser sensible al tacto, no porque ella lo excitara o algo por el estilo, así que para olvidar su desilusión, continuo solo para molestarlo.
—¿Te gusta?—le