Capítulo 80.
Capítulo 80.
Narrador omnisciente:
La calma que Gabriela había conseguido después de la conferencia de prensa apenas duró un par de días. Virginia, incapaz de aceptar la derrota, empezó a moverse por las sombras. No tenía un cargo dentro de la empresa Sandoval, pero sí una red de contactos gracias a los contratos que su familia mantenía con la compañía. Esa era su ventana de acceso, y estaba decidida a aprovecharla.
El martes por la mañana, Gabriela llegó a la oficina acompañada de María y Fernando. Había una reunión clave con el área de finanzas y, después de las últimas tensiones, todos estaban con la guardia alta.
—Necesito que hoy nada se nos escape —dijo Gabriela mientras revisaba unos informes en la mesa de juntas—. Virginia está demasiado callada, y cuando alguien como ella calla, significa que está tramando algo.
Fernando, que permanecía de pie junto a la ventana, asintió. —La conozco. Es rencorosa. No se queda quieta hasta devolver el golpe.
María intervino con un tono serio: