Capítulo 52.
Capítulo 52.
Después de la audiencia con Jorge me quedé varios días pensando en lo que había pasado. Aunque había ganado la custodia de Adrián, la sensación no era de triunfo. Más bien era como tener un respiro momentáneo. Yo sabía que Jorge no se iba a detener, que tarde o temprano iba a volver a mover fichas para intentar quitarme al niño.
Por eso entendí que era el momento de empezar a organizarme. No solo como madre, sino también como mujer independiente. Ya no tenía que esconderme de nadie, el divorcio estaba cerrado y la custodia dictada. Lo que me quedaba ahora era reconstruir mi vida, paso a paso.
Un lunes en la mañana hablé con Fernando. Le pedí que viniera a la casa, porque necesitaba discutir algo más allá de lo legal. Llegó puntual, como siempre, con su portafolio bajo el brazo. María se quedó con Adrián en la sala, así que nosotros nos metimos al comedor para hablar tranquilos.
—Fernando —empecé—, ya no quiero depender de nadie. Ni de Jorge, ni de ti, ni de María. Qui