Capítulo 49.
Capítulo 49.
Los días pasaron tan rápidos que ni si quiera me di cuenta del que el día de mi divorcio había llegado. La firma se llevaría a cabo temprano y para no variar mi noche no había sido de las mejores. Me sentía confundida no sabía si me sentiría aliviada al divorciarme o si me afectaría más de lo que estaba dispuesta a admitir.
A las seis de la mañana ya estaba despierta, aunque la cita en el juzgado era a las diez.
María entró a mi habitación sin hacer mucho ruido. Me saludó en voz baja,pensandoque Adrián aun dormía pero no, mi pequeño se acababa de despertar hacia unos minutos.
—Vamos a prepararnos con tiempo —me dijo—. No quiero que después nos entren las prisas y tengamos que correr.
Yo solo asentí. Me levanté y tomé al bebé. Lo tuve un rato conmigo antes de empezar a prepararnos. María insistió en que me arreglara bien. Según ella, aunque fuera un trámite formal, yo debía verme bien. No tanto para Jorge, sino para mí misma. Acepté su ayuda. Me bañé, me vestí con ropa