Fue como si alguien, un espiritu demaciado jugueton, se hubiera apoderado de su cuerpo. Tal vez fue solo el olor a canela o las ganas de chocolate. Rebecka secontro a si misma lamiendo los dedos de Elizabeth mientras eschuba pequeños gemidos ahogados.
-Si..si querias mas sirope podias pedirlo- susurro Elizabeth mientras observaba la boca que envolvia sus dedos y se ensuciaba de aquel liquido dulce
-No queria mas chocolate- su voz salio ronca, casi irreconocible, en efecto, no era ella a pronunciar esas palabras.
Su instinto se habia apoderado de ella. Habia sucedido en pasado, solo con una persona y despues de eso habia sido obligada a casarse y sus padres no le dirigian la palabra. Pero ya ella no era la chica inexperta de alguien. Habia tenido muchas aventuras. Ahora estaba en un lugar seguro. Asi que dejo de lamer los pocos reciduos de chocolate y se acerco a la boca de Eli.
-Queria mas de ti- la miro a los ojos y la beso.
En ella no habia una gota de duda y Elizabeth se s