Esto no fue lo que planeé para mí, nada de esto lo fue.
El momento en que el pastor me preguntó si aceptaba a Jordan como mi esposo, Me congelé en los primeros segundos y cuando miré a Becca que era mi madrina, mostró una sonrisa, esa sonrisa cuando me quieres transmitir fuerza. Cerré los ojos y respiré hondo, luego miré otra vez al Pastor.
— Sí.— Dije y lo escuché tomar una respiración profunda.
— ¿Jordan Mark Brenner, acepta a Samantha Elena Pierce como su legítima esposa, para amarla y respetarla, en la enfermedad y en la salud, en la alegría y en el dolor, hasta que la muerte los separe?— dijo el pastor.
— Lo que sea...— susurró, pero escuché.
— ¿Qué mi joven? ¿Puede repetir?— dice el señor del traje.
— Acepto.— Brenner dijo y pude ver la satisfacción de nuestros padres.
— Así que ahora los declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia.— te juro que por unos segundos mi corazon dejo de latir.
No quería besarlo.
No ahora o mejor dicho, nunca más.
Me paré frente a él y miré sus oj