Carlota Rodríguez —Esta semana no se podrá, debo viajar a México para arreglar unos asuntos de la empresa. Arrugó la cara, ya le dije a los chicos de nuestra noche gratis en Dulce infierno, pero mi jefe delicioso me acaba de romper la burbuja. —Esta bien, supongo que será para semana siguiente o cuando vuelva mi madre — me encojo de hombros. —No entiendo cuál es el afán de los jóvenes… —Ay por Dios — lo interrumpo — Usted tiene cuánto… ¿25? Me ve y hace una mueca de sonrisa, Pero lo disimula rápido — Es solo Dopamina barata. —Pff — resoplo — hace cuatro años a usted de seguro le gustaba esa dopamina barata.—No, soy de otros gustos… —¿Cómo cuáles?— recojo algunas cosas que están en el suelo mientras jugaba con Mathias, ahorita se acaba de dormir y el Sr acaba de llegar. —No lo entenderías… Me lo quedo viendo buscando algún indicio de algo, Pero pone su cara de póker, viendolo asi, vestido con traje, peinado y barba perfectamente afeitada, reloj Rolex y corbata… pienso en Rya
Gregor Thompson —¡No tiene permiso de pasar!, señora! — Escucho un alboroto fuera de mi oficina, me estoy levantando de mi silla cuando la puerta se abre estrepitosamente, chocando incluso con la pared. —¡Eres un maldito hijo de puta! — Irina entra hecha una fiera, mi secretaria está detrás con un mejilla roja y despeinada. —Señor, la señora… — Alzó la mano, no hace falta que explique lo que es evidente, le hago seña para que salga y cierre la puerta, veo a algunos empleados al pendiente desde afuera. —¿Qué carajos quieres? —¿Cómo pudiste hacerme esto? — luce desaliñada, si no la hubiera visto en plena faena e investigado a fondo, no sabría la clase de persona que realmente es — Te di todo de mi mientras tú estabas en bancarrota, te di un hijo, lo menos que puedes hacer es darme, no se! Algo que recompense mi tiempo, no dejarme el la calle, sin la custodia de mi único hijo, como si hubiera sido miserable contigo, cuando sabes que no fue así, te un apoyo moral que no te dio más na
Carlota Rodríguez Me veo a través de la cámara de mi teléfono y me veo apoteósica, deliciosa, divina! Voy aprovechar este solazo exquisito para broncear mi pálida piel, me coloque el traje de baño más diminuto que tengo para dorar un poco más de extensión de la piel. Aprovechando que mi delicioso jefe está en una reunión.A Mathias ya lo tengo con su gorrito, lentes, traje de baño y protector sola, va tan feliz como yo, rumbo a la piscina en su coche. Para nuestra comodidad no hay tanta gente, los distraigo un rato, juego con el mientras no bañamos. No me pierdo de los vistazos de un grupo de chicos que está al otro lado, no me quitan la vista, sin embargo creo que Mathias los mantiene alejados y eso me encanta. El bebé se duerme y aprovecho para sentarme un rato y tomar el sol.—Hola ¿Disculpa? Me giro a la voz que interrumpe mi descanso, pienso que es un mesero, hasta que noto que es uno de los chicos del grupo del frente. —Ummm, ¿Si? — me levanto para sentarme derecha y presta
Carlota Rodríguez Volvemos a casa, yo con un bronceado espectacular, Mathias feliz y con un poco más de color, ¿mi jefe?, igual de guapo, solo que ignorándome olímpica mente. Pensé que luego de beso había tenido un avance, me imagine logrando mi objetivo antes de volver, siendo empotrada contra alguna pared de aquella habitación por este semental, Pero no, se dedicó a trabajar, mientras yo paseaba con Mathias por el resort, no le importo mas si tenia ropa o no, solo llegaba para consentir a su hijo, yo para el dejé de existir y por amor a mí orgullo, yo dejé de insistir. El resto de la semana no fue diferente, mi madre volvería el día lunes y hoy siendo ya jueves, seguía en el mismo plan, hablábamos solo del bebé, de lo que había hecho, de lo que había comido, de las horas en que había realizados dichas actividades. Me había quedado vestida y alborotada, mis hormonas habían sido encendidas, para luego ser humilladas. —Necesito que nos veamos aunque sea un rato, joder, que estás d
(+18)Carlota Rodríguez —¿Qué carajos te pasa? — digo quitándome la mano de la boca, estoy tomada, Pero soy consiente de todo y me acaba de pegar el susto de mi vida. —Vine a cumplirte el deseo — Su voz ronca y sexi me remueve, Pero solo giro los ojos. —¿Ah sí? ¿Cuál? — cierra la puerta del cubículo detrás de el.—Llevas anhelando que alguien te folle toda la noche, y se que es solo porque yo te deje caliente y con ganas, en vista de que ya no trabajas para mí, me dije ¿Por qué no? Sonrío, lo que tiene de guapo y delicioso lo tiene de imbécil. —Gracias Sr Thompson, Pero paso — mi orgullo y frustración hablando . —¿Segura? — Coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja y acaricia levemente mi mejilla — Saquemos esto que tenemos dentro, sin compromiso.Lo pienso un par de segundos, es lo que quería ¿No?, dejo que su rostro se acerque al mío, con los tacones que me cargo estoy mucho más alta, lo que facilita que me bese. Comienza con suavidad, con ternura, lo que hace que me dej
Carlota Rodríguez Es un maldito imbécil. Si, si, si, que yo lo busque, que yo accedí, pero un poco de tacto de su parte hacia mi persona, no hubiera caído mal. Un hotel tal vez, tanto dinero que tiene y me acorraló en un baño, de una discoteca, no le importo exhibirme y dejarme tirada luego de consiguió lo que quiso. Me levanto de la cama, al llegar me di una ducha de agua fría, para aliviar los dolores musculares, me tomé un analgésico para aliviar el dolor en la cerviz, y me acosté a dormir, Pero no logré descansar. Acomodo las cosas que llevare para la playa, trajes de baño, ropa de playa, protector solar, guardo mi tarjeta, ya la reservación está hecha así que al medio día ya voy en camino. Aviso a mis amigos, a quienes despierto, a ellos si lo cogieron en lugares cómodos y tuvieron tacto al irse y dejarlos durmiendo plácidamente. Ubico el resort y retiro la llave de mi habitación, al llegar lo que hago es lanzarme en la cama y dormir lo que no he podido. Ya no siento males
Carlota Rodríguez La ciudad está repleta de empresas, las zonas industriales cuentan con cientos de compañías que hacen de todo, desde materia prima, producción, hasta entretenimiento y televisión. La primera que visitamos es Arslam Entertainer, yo estudié Finanzas, tengo esperanza de conseguir trabajar en cualquier empresa que mueva dinero, y adivinen que, todas, absolutamente todas, mueven dinero. Dejamos nuestras hojas de vida en recepción, aspirando ser llamadas, las siguientes son oficinas de comercio, productos, inversiones, importaciones y demás. Pasamos frente a la gran U&K, básicamente es la única que me falta. —Yo lo haré, de todas maneras no creo que me toque un departamento que comparte cercanía con el gran Mr Thompson. Giro los ojos. —Te esperaré aquí — me siento frente a la enorme fuente de agua que está en la entrada, U&K es uno de los edificios más grandes, veo como entran y salen ejecutivos, vestidos con trajes elegantes, mujeres con faldas ajustadas y tacones
Carlota Rodríguez Mi cabello tenía una maraña de nudos imposibles de desenredar, no sé porque motivo, a pesar de tener un cabello medianamente lacio, al dormir se me hacían este tipo ataduras que al tratar de soltar terminaba por arrancar gran parte de cabellos. —Carlota, ya me voy, el trabajo en casa de los Thompson será hasta mañana, es su aniversario por lo tanto me quedaré cuidando al pequeño — mi madre, Carla, entra para despedirse de mi — Cuidado al manejar, avísame en lo que estés de vuelta. —Si mami, yo también voy saliendo a la universidad, en lo que termine con esto — termino arrancando un mechón desde la raíz — Joder!! —Dios! Ese cabello siempre ha sido rebelde, descanse desde que se volvió tu responsabilidad — giro mis ojos, tampoco es que se esforzará mucho, no fui jamás! La niña de bonitos peinados, todo lo contrario, una cola alta era lo mas usual. —Si, aunque sigue siendo tu culpa, será parte de tu herencia! —No, es culpa de tu padre — se acerca y me da un beso