Carlota Rodríguez
—Esta semana no se podrá, debo viajar a México para arreglar unos asuntos de la empresa.
Arrugó la cara, ya le dije a los chicos de nuestra noche gratis en Dulce infierno, pero mi jefe delicioso me acaba de romper la burbuja.
—Esta bien, supongo que será para semana siguiente o cuando vuelva mi madre — me encojo de hombros.
—No entiendo cuál es el afán de los jóvenes…
—Ay por Dios — lo interrumpo — Usted tiene cuánto… ¿25?
Me ve y hace una mueca de sonrisa, Pero lo disimula rápido — Es solo Dopamina barata.
—Pff — resoplo — hace cuatro años a usted de seguro le gustaba esa dopamina barata.
—No, soy de otros gustos…
—¿Cómo cuáles?— recojo algunas cosas que están en el suelo mientras jugaba con Mathias, ahorita se acaba de dormir y el Sr acaba de llegar.
—No lo entenderías…
Me lo quedo viendo buscando algún indicio de algo, Pero pone su cara de póker, viendolo asi, vestido con traje, peinado y barba perfectamente afeitada, reloj Rolex y corbata… pienso en Rya