Desde la perspectiva de Ethan:
—No hay problema con eso, me encantaría hacerlo yo —dijo papá, y yo grité ¡Sí!, por dentro. Mamá nos miró y luego dijo:
—No sé. Tienes que ver que no se deje jabón y se talle bien. Enseguida le llevo su ropa al baño, ha estado resfriado y anoche todavía estaba algo constipado. Papá no sabía nada de bañarme. Primero el agua estaba bien caliente, luego estaba fría y quería bañarme con el jabón de mamá. —Ven Ethan, voy a ponerte jabón.
—Ese jabón es de mi mamita, no puedo oler a niña.
—Pero huele muy rico —me dijo oliéndolo.
—Pues claro —le dije—, claro que huele rico. Huele a mamá y ella siempre huele rico —alcé los hombros y rodeé los ojos.
—Sí, huele a tu mamá — Y sonrió mucho.
Seguimos jugando con la espuma y el agua hasta que mamá entró con la ropa. Papá me secó lo más que pudo, pero me dejó mojados los pies y la cabeza. Le dije bien la cabeza o mamá se enojaría. Cuando ya estaba cambiado, le pedí a mi papito que me leyera mi libro favorito.
—Papito, ¿