CAPÍTULO 92: LA VERDAD EN CARNE VIVA
Vanessa
Desde que volvió del hospital, lo he tenido aquí en casa, bajo mi techo, durmiendo en mi cama, comiendo mi comida, y sin embargo, no logro doblegarlo. No del todo, no todavía. Camina por los pasillos como un fantasma que no sabe dónde pertenece. No me toca ni me mira como antes, con desprecio, pero sigue aquí. Y mientras esté aquí, sigue siendo mío, aunque nunca lo haya sido de verdad.
No estoy enamorada de Derek Kingsley, jamás lo estuve, lo admiré, sí. Lo quise a mi lado porque era poderoso, inalcanzable, porque estar con él me daba estatus, tener su apellido me hacía intocable. Lo quise porque Maddison lo quería, porque ella creía que era suyo y yo necesitaba arrebatárselo. Y lo hice con mentiras, con astucia. Me casé con él, construí la imagen perfecta, lo alejé de ella y hasta lo convencí de que este hijo que llevo en el vientre es suyo.
Pero ahora todo peligra. No porque él recuerde, sino porque algo no encaja, no importa cuánto me es