CAPÍTULO 89: AGUANTAR DESDE AFUERA
Maddison
Han pasado tres días desde que me miró a los ojos y me preguntó quién era.
Tres días desde que el amor de mi vida se despertó en una cama de hospital con la memoria atrapada en un pasado donde yo no existo. Tres días donde no he podido tocarlo, hablarle, ni siquiera mirarlo de cerca sin que alguien venga a sacarme. Siento que estoy viviendo un duelo en cámara lenta, uno donde el cuerpo sigue vivo, pero el alma que me conocía ha desaparecido.
Me quedo en los pasillos, en el mismo banco junto a la ventana donde la máquina de café siempre escupe vasos tibios con sabor a tierra. Claire viene cuando puede, me insiste para que coma, para que duerma. Me trae ropa limpia, incluso me consigue una manta para cubrirme en las madrugadas, pero nada me mueve de aquí. Me niego a alejarme, aunque cada hora se sienta como una daga clavada en el pecho.
Vanessa no me deja acercarme. Hace turnos perfectos junto a su cama, cuidando su mentira como si fuera un be