CAPÍTULO 126: LA REINA DE LAS REDES
Vanessa
Me miro en el espejo y no reconozco a la mujer que tengo delante. No por tristeza, ni por debilidad o por un drama barato que consuele idiotas. Lo que veo es furia, rabia pura, frustración. El tipo de enojo que se te queda en la sangre como veneno. Porque he hecho todo. TODO, y aun así, Derek sigue actuando como si yo no existiera, como si no supiera que él es mío, que me pertenece, porque le guste o no, fue a mí a quien eligieron como su esposa, yo soy Vanessa Kingsley, y las mujeres como yo no pierden.
Pero él se me fue de las manos, y no solo eso… se fue con ella, con Maddison, con la trepadora de turno que ahora se pasea con él en restaurantes como si siempre hubiese sido su mujer. Ella cree que su pasado sucio y barato puede borrarse con un vestido caro, qué patético.
Y lo peor… es que ni siquiera consigo aplastarla.
Después de todo lo que hice.
Después de arrastrarla, de exponerla, de ensuciarle el nombre, de quitarle al hijo, de encer