‘¡¿Qué tonterías acabas de decir, Shantelle?!’ me grito mentalmente.
Mi jefe se acerca peligrosamente a mí y yo no retrocedo. Por lo que, pronto quedamos a centímetros de tocarnos. Algo que parece demasiado peligroso, al punto que se me olvida como respirar.— ¿Es ese el único requisito, Shantelle? — pregunta mi jefe y yo me siento demasiado pequeña para poder estar tan cerca de su grandeza y no precisamente por su estatura.— Señor…‘Debes arreglar esto, antes de que él lo malinterprete o te metas en más problemas. Así que, di algo, Shantelle. Necesitas arreglar esto’ me digo mentalmente.Pero, nada lógico sale de mi cabeza, es como si me hubiese bloqueado y por eso, no sé qué más puedo decir. — Tres semanas. — dice mi jefe y yo lo observo aturdido.— ¿