Su mirada no era fría o tranquila como la veía cuando solo era su secretaria o solo la niñera de Taddeo, sino que, estaba cargada de remordimiento y culpa. Es evidente que se siente mal por lo que me han hecho y es por eso, que acaricio su mejilla y le hablo.
— No es culpa tuya o de Taddeo. Ninguno de ustedes puede controlar las acciones de otra persona.— No te había pasado algo así desde que te acercaste a nosotros.— Eso es obvio. No había estado con alguien tan apetecible física y económicamente. Seguramente te ven como alguien de su propiedad y por eso, el que aparezca con un pequeño, es demasiado que procesar, por lo que, comienzan a atacarme.— Me sorprende que no te moleste que te hagan daño, cuando Taddeo no fue traído por ti.— Sí, estoy viviendo lo que Ivanna hizo contigo, pero, Taddeo no tiene la culpa y si es por él, puedo sop