Regresamos a casa y tenia los pelos de punta porque el miedo reinaba por mi cuerpo, Briss era impredecible cuando estaba enojado y sabia que algo estaba tramando y no me gustaba su silencio, estaba furioso, de eso no tenia la menor duda y la incertidumbre era lo que mas me asustaba.
Llegamos a la mansión y cuando baje del auto me tomo de la mano para que no me moviera. Bajo la mirada a nuestras manos unidas y luego la vuelto a levantar para mirarlo a los ojos.
—¿Que sucede? —sonrie.
—¿Creías que te quedarías sin un castigo? —mi cuerpo se queda paralizado y solo niego asustada.
—No quería que eso pasara, solo quería hablar con ella, fue la única persona que me ayudo cuando llegue a ese lugar, no podia dejar asi.
—No me interesa, te pusiste en peligro y engañaste a uno de mis empleados para hacer lo que se e daba la gana, toda accion tiene su consecuencia, amor.
—¿Que vas hacerme?
No dice nada y solo me arrastra por el lugar hasta algo que parecen unas caballerizas, no sabia que