De la nada, Daniel fue agarrado por el cuello, siendo arrojado al suelo. Me congelé cuando vi a Héctor encima de él, golpeándolo como si fuera a seguir haciéndolo hasta verlo muerto.
Anon me ayudó a levantarme. Estaba mareado, no podía moverme correctamente ya que la habitación giraba salvajemente.
Cerré los ojos, escuchando las manos de Héctor aplaudir en el rostro de Daniel, tratando de volver a la normalidad, inútilmente.
Cuando logré volver en mí, Anon estaba levantando a Daniel, con el rostro completamente ensangrentado, mientras Héctor continuaba con sus golpes salvajemente, ahora en la zona de los bíceps.
Fui hacia él, tratando de caminar sin caerme, y me puse al frente. Nunca, en toda mi vida, había visto una mirada con tanto odio como la vi en ese momento.
- No me digas... que lo vas a defender. – preguntó H&e