Esa noche Mariel no pudo dormir. Todo daba vueltas en su cabeza: las cosas que le habían pasado, las decisiones de su familia… No sabía si el destino la había llevado a ese punto o si simplemente nunca fue amada por ellos. Empezó a cuestionarse qué sentían realmente por ella, y a imaginar todo lo que podrían haber hecho para que su vida no fuera tan miserable. Incluso comenzó a culparlos por todo lo sucedido.

En los días siguientes, se anunció oficialmente el nuevo cargo de Marcus, y se planificó una fiesta en su honor. Karim también hizo público el nombramiento de Mariel como jefa de su guardia personal, colocándola al mando de tres soldados entrenados por Marcus y en quienes confiaba plenamente. A partir de ese momento, Marcus también necesitaría protección, pues su nuevo cargo lo convertía en un objetivo del consejo.

Pasó más de una semana sin contratiempos. Durante ese tiempo, se organizaron los preparativos para la fiesta. Se enviaron invitaciones a nobles de distintos reinos con