Él sonreía en todo momento y decía cosas amables, en medio de risas y una bullanga que había llegado a un nivel insoportable. Vi cómo se bebía rápidamente una botella casi entera de ron incitado por Jordán. La fiesta llegó a una situación de gran emoción. Hasta tía Amanda se divertía de tal forma que tocaba palmas, acompañando la música del grupo campesino. Pedro, Augusto y Jordán continuaban bebiendo ron. Adal los acompañaba. Tenía los ojos brillantes y el aspecto de estar divirtiéndose enormemente. Pedro contaba, borracho, cómo iba a vengarse de los cuatreros, pero entonces Augusto se metió en la conversación, no tanto por apoyar a Pedro que en realidad no había hecho nada al respecto, sino porque estaban hablando de “cuatreros”. En eso, Jordán lo interrumpió con tal fuerza, que casi se armó