Parece fácil olvidar, pero el corazón no le permite a mi alma dejarla de amar.
Alexander
Vivo en medio de mis propios lamentos, deseando desangrarme por completo a cada segundo que pasa para ya no sentir. Pero es inútil. Ni la misma muerte podrá detener esto, este tormento que me consume. Nada, absolutamente nada, es suficiente para que la olvide, para que la saque de mí, para que me la arranque del corazón para siempre.
—Alexander, ¿volviste a tomar? —La voz de Cassandra, dura y afilada, me golpea, sacándome del abismo. Alzo la vista, y entonces recuerdo que hace poco más de una hora la tentación me obligó a servirme un vaso de whiskey, pero no lo probé, a pesar de que su aroma me insiste en que lo haga.
Niego con la cabeza y tomo aire por la boca antes de hablar.
—Tomé una decisión. A partir del lunes retomo el control absoluto de Castle technology. Prepara todo para que me pongas al día. —Me pongo de pie, mis músculos aún tensos por la falta de actividad se quejan. Camino hacia l