Patrick llegó a la mansión con un nudo en el estómago, la rabia y la culpa iba mezclándose en una tormenta interna. Cuando llegó frente a las doradas y ornamentadas rejas, dio un suspiro y avanzó, su gran determinación por salvar a Maddie le daba fuerzas para hacerlo. Le pidió a su chofer que estuviera atento a todo, ante cualquier eventualidad habría que salir lo más rápido de allí.
_ Señor Stanton _ le dijo uno de los guardias _. ¿Qué sucede? Nadie nos avisó que vendría.
Patrick esbozó una media sonrisa.
_ Oh, Blake me dijo que lo esperara aquí _ miró hacia su costado como si estuviese esperando el arribo del otro _. Y bien, ¿me vas a dejar pasar o me harás esperar aquí?
El hombre asintió.
_ Abran las rejas _ ordenó el hombre _. ¡Dejen pasar al señor Stanton!
Patrick suspiró hondo.
_ Ya logramos entrar señor _ le dijo sonriendo el chofer _. Fue muy fácil.
_ Claro que sí Charly, entrar a una prisión es lo más sencillo que hay, lo difícil es, salir de ella _ ironizó, m