MAGNUS

Salí de la habitación luego de cogerme a la humana. Rabioso conmigo mismo.

Mientras caminaba por el pasillo, llegué hasta el sendero que me llevaría al lago. Me quité la ropa y la dejé en un solo lugar antes de transformarme y correr hacia el campo.

Me maldije por lo que hice.

«Era lo que tenías que hacer». La voz de Kellan, mi lobo, resonó fuerte en mi cabeza.

—Prefiero morir sin pareja antes que quedarme con una débil y sucia humana —murmuré con un deje de vergüenza.

«No es lo que parecía hace un rato». Insistió mi lobo. «La marcaste. Aah, sí, lo bien que se sintió, que aún nos sentimos con eso».

—¡Ya cállate! —exclamé—. Deberías aprender cuándo callar.

«¿Por qué lo hiciste?» —gruñó Kellan, en mi cabeza.

Miré al cielo, viendo la luna y sintiéndome culpable.

—No… no fue mi intención —respondí furioso—. Se me fue de las manos.

«¡Mentira!». Mi parte lobo rugió reprendiéndome por cobarde. «Sabes exactamente por qué lo hiciste, solo quieres engañarte. La marcaste, y ahora esa hum