—Te voy a echar de menos—mi madre me abraza—Cuídate mucho
—Tú también—le digo alejándome de ella solo para ser rodeada por mi padre
—Tienes que volver pronto—me dice y es una orden.
Vladimir está a mi lado con nuestras cosas esperándome después de despedirse de mis padres
—Sabes que estas semanas serán muy caóticas—le recuerdo.
Dentro de una semana comenzaran los preparativos para el desfile y estaré muy ocupada
—Prometo que regresare lo antes posible— ellos asienten. Sin mencionar que luego está la boda de Lorena y Marcos—Prometo llamar a menudo.
Subimos al coche, yo del lado del pasajero esta vez y partimos de regreso a casa. Esa palabra me hace un nudo en la boca del estómago, Vladimir y yo no volvimos hablar del tema y creo que solo quiere olvidarlo.
Yo no lo hare, pero tampoco quiero presionarlo demasiado. Lo amo, pero no soy correspondida. Sin embargo, aún tengo tiempo de demostrarle a Vladimir que puede tener conmigo una vida, él es terco y yo también así que no pienso declinar