Estamos bien.
POV DE BIANCA.
Por la mañana cubrí las ojeras con algo de maquillaje, porque me veía como una china, con ojos muy pequeños y unos párpados muy grandes.
Tras salir de casa, me dirigí al hospital del doctor Mikel. Esperé sentada en las sillas mientras llegaba mi turno. Al salir, me observó con los ojos achicados, retiró sus lentes y se acercó.
—¿Por qué no me avisaste que estabas aquí? No debiste esperar.
—Suelo respetar los turnos de cada quien, doctor —no me gusta ir por la vida ganando los lugares de los demás sin merecerlo.
—¡Qué buena chica!
Me hizo pasar. Ahí dentro, me pidió que me sentara, mientras anotaba algunas cosas y solicitaba que retirara las gafas.
—¿Por qué cargas gafas de sol?
—Tengo una infección en los ojos.
—¿En serio? Déjame ver —negué, pero él se levantó y retiró mis gafas, pues era doctor y ante una infección no me dejaría ir sin revisarme—. ¿Has llorado? —bajé la mirada ante su pregunta—. Porque esa hinchazón no es de infección; eso es de haber llorado