Lorena le había aconsejado a su sobrina que, si amaba a Callum, debía aceptarlo, para no arrepentirse.
Los hombres de la familia York, independientemente de su edad o posición social, recibían la misma educación y tenían una actitud idéntico ante el matrimonio: una profunda devoción.
Una vez que se enamoraban de una mujer, solo la amaban a ella durante el resto de sus vidas.
—Te entiendo, después de todo, la reputación de la familia York es enorme.
La anciana acarició con ternura la mano de su nieta política.
Isabela sonrió y dijo, —Abuela, eso es cosa del pasado. Ahora no siento ninguna presión, ni tengo ningún complejo de inferioridad. Antes pensaba que Callum me había elegido por pura suerte.
—Pero ahora creo que debe de haber algo admirable en mí que te hizo aprobarme y emparejarnos a Callum y a mí.
—Simplemente le diste a Callum un objetivo. Estar realmente conmigo fue su propia decisión. Como él eligió comprenderme y dedicó un año a cultivar nuestra relación, creo que me ama de v