—Mamá, estoy vacilando un poco.
Al oír a su hija decir esto, Teresa se apresuró a decir: —Eres una mujer, deberías haberte puesto la ropa de mujer hace mucho tiempo. Piénsalo, si Kevin te ve con vestido elegante, qué sorprendido y feliz se pondrá.
—Para entonces la gente sabrá que eres una mujer y ya no dirán que Kevin y tú sois gays. Siempre hay gente que me pide que detenga tu relación con Kevin, dicen que eres una persona maravillosa y que es Kevin quien te ha hecho gay.
—Me daban ganas de decirles la verdad, pero tú nunca quisiste revelar tu verdadero sexo y yo no podía decírselo a nadie, así que tuve que aguantarme e intentar alejarme de la gente a la que le gustaba hablar de eso.
Los padres de Luna también estaban sometidos a mucha presión.
Teresa y su marido podían ignorar los comentarios de los desconocidos, pero no podían evitar los consejos de amigos y familiares.
Ella sólo podía decir que sus hijos ya eran mayores, y mientras fueran felices, no le importaba.
Y sus amigos y f