Duncan Lewis miró a Liberty que no dijo nada, sabiendo que después de que su amigo se casara con Serenity y que esa mujer gorda fuera la cuñada de su mejor amigo, Duncan no iba a dejar que Liberty pagara la manutención.
Esta vez tampoco lo hizo con propósito.
Él también tuvo la culpa, el coche iba demasiado rápido.
Liberty estaba nerviosa mientras la miraba, abrazó a su hijo con fuerza y cuando estaba a punto de hablar, Duncan le habló primero, le preguntó: -Has comprado tantas cosas, ¿no sabes que tienes que pedir a tu marido que venga y te ayudes a llevar algunas? O no compres tanto.
-Está un poco lejos de casa, así que pensé en llevarlo todo. Cuando llamé a mi marido, me dijo que estaba ocupado y no podía venir a recogerme, así que tuve que llevar las cosas yo misma. Lo que pasa es que no vi un ladrillo y lo choqué, volcó el carrito y la lata de leche en polvo salió rodando, sin esperar que Señor Lewis la chocara.
Liberty explicó en un susurro: "Mi hijo está llorando y seguramente