—Elisa, ¿qué está pasando? Lo he mantenido en secreto, ¿cuándo se reveló?
Elisa dijo enojada: —Ni siquiera lo sabes, yo tampoco. Alejandro, tú eres el que causó esto y me provocó problemas. No me importa dónde estés ahora ni lo que estés haciendo. Por favor, ven aquí ¡inmediatamente!
Alejandro sabía que estaba equivocado, así que dijo tímidamente: —Elisa, no te enojes primero. Es mi culpa. Te he causado problemas. Se lo explicaré a mis padres de inmediato.
—Si necesitas mi ayuda en el futuro, dímelo. Puedo ayudarte incondicionalmente.
Alejandro le hizo una promesa a Elisa.
—He recordado todo lo que dices. Cuando necesite tu ayuda, nunca seré misericordiosa.
Cuando Elisa terminó de hablar, colgó el teléfono.
Serenity escuchó a Elisa hablar con Alejandro y la vio arrojar el celular con enojo, se acercó y tomó su teléfono.
—Tu celular casi está roto.
—Si se rompía, le pediré a Alejandro que me compre un teléfono nuevo. Ni siquiera sabía lo que estaba haciendo y hasta me metió en problemas