Josh admitió que toda su familia presentaba mucha atención al bebé de Jasmine desde que se quedó embarazada. Jasmine tenía que comer las comidas obligatorias del dietista y no podía salir como quiera, ya que a la familia de Josh le preocupaba que sufriera algún daño.
Los mayores de la familia querían que Jasmine se quedara en casa.
Si Jasmine quería salir de compras, los mayores la disuadían y le decían que hiciera una lista de las cosas que necesitaba comprar y se la diera al ama de llaves, que se encargaba de comprárselas.
Esta vida controlada le daba muy mala impresión a Serenity, así que en cuanto se quedó embarazada Serenity hizo su petición con Zachary.
No había comparación, no había daño.
Cuando Serenity no estaba embarazada, Jasmine sentía que Josh le trataba muy bien e impecablemente amable con ella.
Cuando Serenity estaba embarazada, Jasmine sentía tanta envidia de la comprensión de Zachary y su familia hacia Serenity que no podía evitar quejarse a su marido.
A veces, Jasmine