La sirvienta invitó a Carina a entrar en la casa.

Dio unos pasos rápidos hacia la señora Stone, que estaba sentada en el sofá, y le dijo respetuosamente, —Señora, le presento a la señorita Carina, dice que ha venido a ver al viejo señor Fox.

Fox volvió la cabeza e hizo un gesto a Carina para que se acercara y le dijo, —Carina, ven aquí.

Audrey no sabía que Fox había avisado a Carina para que viniera.

Cuando Fox le hizo señas a Carina, ella miró y vio a la chica joven. Debía de tener uno o dos años menos que Elisa, vestía sencillamente pero con un aura singular. Parecía un poco tímida, pero su paso demostraba una gran confianza en sí misma.

En resumen, la primera impresión que Audrey tuvo de Carina fue que la chica era una compleja y contradictoria.

Al no saber si Carina era nieta o discípula de Fox, Audrey no podía especular al respecto. Pero ya fuera nieta o discípula, Carina no era en absoluto una chica tímida e inútil.

Su verdadero lado debía ser distinto del que presentaba a la gen