Siguieron a Eneko en silencio.
Observaron cómo Lucas y Kevin subían al coche, y pronto el Maybach salió del Grupo Díaz bajo la mirada de todos.
Eneko murmuró insatisfecho: —¡Qué imbécil tan arrogante! Soy el único hermano de Luna y ni siquiera me complace.
No obstante, Eneko no les siguió.
Si Luna fuera realmente su hermano, sin duda le seguiría.
Pero era su hermana, que iba a casarse tarde o temprano, y Kevin era perfecto para ella. Si Eneko hubiera interferido en la cita entre los dos, Kevin habría ido a quejarse a sus padres, y entonces éstos le habrían reprendido severamente a Eneko.
Ahora los padres de Eneko apreciaban mucho a Kevin.
—¿Eneko no nos siguió?
Preguntó Kevin a Luna mientras conducía.
Luna dijo sin mirar atrás: —Sólo está hablando, en realidad no nos seguirá. Tiene miedo de que queje delante de mis padres.
—Es diez minutos más jóvenes que yo y aún no tiene novia, y yo te tengo a ti, así que mis padres se están preocupando por su matrimonio. Si vas a quejarte a mis padr