Capítulo 920
Daniel se tranquilizó y se agachó, le decubrió el sombrero. ¡Resultó Susana!

—Tu cara ...

Susana estaba triste y trató de enrollarse el velo alrededor de la cara para ocultar las cicatrices.

Daniel se mordió el labio, adivinando algo en su mente.

—No podemos hablar aquí—la levantó—. Vamos, busquemos un lugar tranquilo para hablar.

Susana tembló como si no pudiera ver la luz, se envolvió en capas de sombrero y antifaz y siguió a Daniel con inquietud.

Los dos salieron a un salón.

Daniel despejó la sala y pidió a la dueña que sirviera a Susana un té con leche, pero justo cuando la dueña lo puso sobre la mesa, Susana se agachó instintivamente.

Daniel frunció ceños al ver los moratones de su cara.

—Señorito Guzman... —Susana se calmó—, me capturó la Princesa Hera...

Daniel sintió miedo.

De hecho, tras el juicio, la familia Ramírez había enviado guardias para proteger a Susana y a Lola. Ahora que la reina Clara fue condenada a prisión, Lola podía permanecer fuera del torbellino, pero ¿qué le
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