Capítulo 818
¡Pero sorprendentemente era una voz de un hombre!

Lucía frunció el ceño, pensando sólo que la voz le resultaba familiar, pero Olivia gritó hacia la puerta como si la hubieran salvado: —¡Primo! ¡Huntley! ¿Eres tú?

—¡Ayuda, Huntley ayuda!

Lucía se quedó de piedra, ¿era Huntley el que estaba en la puerta?

En ese momento el pomo de la puerta giró más rápido, acompañado de un fuerte golpe en la puerta.

—¿Qué pasa ahí dentro? ¡Sal o llamo a los guardias para que abran la puerta!

Lucía resopló suavemente y soltó a Olivia de un tirón.

¡Qué fastidio!

Olivia se apresuró a escapar y abrió la puerta a trompicones, ¡y ahí fuera había Huntley aquí!

—¡Huntley! —gritó Olivia, rompiendo a llorar y arrojándose de cabeza a sus brazos.

Y Huntley no se preocupaba por ella, sólo veía a Lucía, que estaba allí con los brazos enredados tranquilamente.

Y Lucía estaba cubierta de manchas de vino tinto.

Huntley, atónito, apartó a Olivia de su camino y corrió directamente hacia Lucía.

—¡¿Estás bien?!

Lucía se qued
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