Los ojos de Jorge brillaron y la miró con interés.
—¿Montar un negocio?
—¡Sí! Si pudiera invertir y tener un trabajo secundario durante el tiempo libre, ¡sería otra fuente de ingresos!
Lucía comenzó a planear muy seriamente,—incluso si montamos una pequeña tienda o ponemos un puesto pequeño, todavía sería un propio negocio, y serías un jefe. ¡Qué bien!
—¿Si realmente tuvieras dinero para invertir, en qué negocio te gustaría invertir?
Lucía pensó por un momento y mostró una expresión como la de una niña soñando despierta.
—Oye...Si tuviera mucho dinero, me gustaría comprar un centro comercial completo y tener clientes entrando todo el día. Jeje, pero eso es imposible. Un objetivo más realista sería ahorrar dinero para abrir una pequeña cafetería con grandes ventanales y un pequeño patio lleno de iris. Me sentaría detrás del mostrador moliendo café y horneando postres. Así toda la tienda estaría llena de aroma a café y postres.
—¿Solo así?
—¡Sí!
—Bueno, —dijo Jorge con una sonrisa en sus