La indiferencia

Al mirarse tan alterada, Don Cheto y Pablo, sacaron a la fuerza a Tamara de la cocina, mientras que Paola seguía disfrutando del momento al ver a Blanca llorar (sin saber con claridad, que era lo que ocurría).

— Te lo dije sucia campesinita, que no te le metieras a mi hermano por los ojos, y ahora por no hacerme caso, la estás pasando muy mal jajaja, que risa me das.

— Lárgate de aquí, si no quieres que limpie el piso con tu pelo, estúpida pretenciosa. ¡Ja! como dicen por ahí, la clase no se compra.— Blanca la veía de arriba hacia abajo.

— ¿Clase? ¿Qué vas a saber tú de clase? Te aseguro que nisiquiera sabes como es un lápiz o un cuaderno, arrastrada.

Blanca, no soportó tanta grosería de parte de Paola, y no tardó en tomar un puño de harina de trigo para lanzarselo a la cara, pero cuando lo aventó, ella se agachó y terminó cubriéndole la cara a Andrés con esto.

Blanca, consternada por todo lo que estaba pasando, tomó su pequeño bolso y corrió del lugar, pero Andrés la detuvo con mucha
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App