Jason

El celular estaba apretado entre mis dedos cuando caminé hacia ella.

"Necesito irme un momento. Me llamaron de casa", murmuré en el oído de Kiara mientras la envolvía en un último abrazo, sintiendo su olor, para que pudiera calmarme por un breve momento.

Ella me miró con los ojos entrecerrados, con una mirada aguda. "¿Pasó algo? ¿Quieres que vaya contigo?"

Negué lentamente. "Nada que no pueda resolver. Vuelvo en una hora, ¿puedes esperarme?"

Ella sostuvo mi rostro entre sus manos, con los ojos angustiados, como si ya supiera que algo se estaba desmoronando.

"Claro que te espero... pero ¿estás seguro de que no quieres que vaya contigo?"

"Estoy seguro".

Pero la verdad es que no estaba seguro de un carajo.

Besé su frente lentamente, con los labios demorando más de lo que debían. Una parte de mí ya se arrepentía de irme. La otra... sabía que no tenía opción.

Él no me llamaría si no fuera grave. No después de hoy.

Caminé hasta la moto con un nudo apretado en el estómago. Hasta el ges