Alaya Montenegro
Esto se sentía con un sueño hecho realidad.
Había empacado solo un par de cosas y estábamos llegando al aeropuerto privado, jamás viaje con estás comodidades bueno si en mi cumpleaños.
— ¿Te estás arrepintiendo?— Lo mire y Negue lo más rápido que pude
¿Por qué me estaría arrepintiendo?
No, obvio no.
—No ¿Por qué preguntas eso?— Pregunté.
— No lo sé estás muy callada y pensé que te estabas arrepintiendo — Negue.
Al llegar al aeropuerto, Said me extendió la mano para ayudarme a bajar del auto.
— Gracias Sr Montenegro — Le dije con una sonrisa.
— Siempre estoy para usted Sra Montenegro, soy su humilde servidor — Rei ante sus palabras. Pude ver cómo los guardaespaldas sacaban ambos bolsos de mano.— Enrique la placer verlo — Le dijo al piloto quien estaba con las azafatas esperándonos.
Me sentía extraña, muy extraña.
— El gusto es mío señor Montenegro— Me miró — Sra Montenegro un placer conocerla.
Ambos subimos, yo primero ya que el me dejó hacerlo, quedé encantada con e