Helena se estaba terminando de acomodar sus ropas tras la revisión médica, cuando escucho como Alfredo llamaba a su esposo; así que salió para mirar a los alrededores y al no encontrarlo sonrió feliz mientras se dirigía a preparar una sorpresa para todos.
- ¿En serio majestad? Felicidades – dijo Anabel al escuchar esa linda noticia de parte de su reina.
- Si – contesto Helena tocando con cariño su vientre – puedes preparar algo especial para la cena.
- Por su puesto ya mismo comienzo, hehe ya quiero ver la cara de los príncipes al enterarse – menciono la chica riendo para girarse y ver los preparativos para la cena especial y terminar los últimos detalles de la comida.
Al llegar la hora del almuerzo, los trillizos se emocionaron al ver a su madre, aunque ahora su papá fue el que falto a la comida, algo que extraño un poco a la pelinegra; al terminar la comida elle empezo a buscar a su esposo notando que la biblioteca estaba cerrada e igual los pasajes que llevaban al escondite de este