Al regresar al salón, comenzó la fiesta donde los nobles empezaron a disfrutar del banquete y la música que se ofrecía en esos momentos.
- No me gustan estas fiestas – declaro Antonio triste.
- ¿Por qué? – le interrogo Helena, un poco confundida ya que recordaba que el disfruto de la fiesta que se celebró por su boda.
- Mi padre me hizo notar que fui ingenuo al creer que todo el que se acercaba a mi es porque buscaba una amistad sincera conmigo, pero realmente algunos se acercaran a mi buscando subir de estatus social a costa de mi amistad – dijo dejando notar su desagrado ante esa idea.
- Así son la mayoría de los nobles, pero siempre existen algunos que son la excepción y son a los que puedes llamar amigos – indico ella, haciendo que el castaño mirara a su grupo de amigos, quienes se estaban acercando a ellos para charlar.
Al ver Helena sonrió y busco alejarse de ellos, para sentarse en un rincón y observar a todos los invitados.
- ¿Porque no se une a la conversación majestad? – en